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La historia de una mujer Printable Version PRINTABLE VERSION
by Fabrizio Scrollini, Uruguay Oct 6, 2005
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La historia de una mujer

Si este fuera una historia sobre una mujer ordinaria, el título no tendría sentido. Si esta fuera la historia de la primera arquitecta del Paraguay, opositora al régimen dictatorial del Gral. Stroessner, y que ha levantado de la nada una prestigiosa ONG, tal vez tendría sentido. Y esa es la historia.
Dirige hoy Sumando, una de las más prestigiosas Organizaciones de la Sociedad Civil de Paraguay. Su nombre es sinónimo de respeto y admiración en toda la región. Ella es la historia viva de una mujer, que en un país con una impronta claramente machista, ha hecho su propio camino, y ha causado un gran impacto en la vida de miles de personas. Lo que sigue a continuación es un resumen de una entrevista telefónica mantenida con Astrid Gustafson, desde la Sede Central de Sumando Paraguay.


Astrid ¿De donde viene tu llamado? ¿Porque tu compromiso con los más débiles?

Mi padre, sueco, inculcó en nosotros, sobre todo con el ejemplo, un profundo sentido de compromiso social y una conciencia del privilegio relativo que significa nacer en una familia bien constituida. Luego a mis trece años, perdí a mi madre. Fue un golpe duro.

Entiendo que estudiaste arquitectura en Uruguay ¿Como fue tu vida allí y que te aportó?

Además de salir de la Capital de Paraguay, Asunción, en aquel momento pueblerina y estrecha, el Uruguay donde cursé mi carrera de arquitecta -urbanista reforzó en mi el sentido de equidad social y respeto a las personas. Me impactó la convivencia democrática de su pueblo a la par que reafirmaba mis deseos de volver al Paraguay para aportar mi grano de arena a su desarrollo.

Pero la vuelta….

Vuelta al país en el 68 me encontré en el problema de insertarme en la vida profesional, cargando con serias limitaciones
Siendo mujer en un país entonces muy machista, y la primera mujer arquitecta del Paraguay, estaba divorciada, condición muy mal vista en la sociedad de ese tiempo, pertenecía al partido liberal, opositor tradicional de la dictadura Stroessner, en el gobierno entonces, y pretendía ser estrictamente honesta.

¿Estrictamente Honesta?

Este último aspecto del que yo en mi ingenuidad juvenil estaba orgullosa, significó una enorme carga y freno profesional en un ambiente laboral envilecido con los enormes ingresos de la construcción de la represa itaipú que lograron pervertir los valores en una suerte de fiebre del oro que arrasó con los principios éticos y morales del país. Mientras mis colegas arquitectos e ingenieros hacían fortunas importantes de la noche la mañana, me resigné a tener pocos clientes entre los que todavía quisieran pagar los impuestos conseguir los permisos legales atenerse la norma constructivas y municipales para su cuenta sin comisiones etcétera.

¿Entonces como sobreviviste?

Complementando mi actividad de diseño arquitectónico monte una pequeña oficina de construcciones que con el tiempo se transformó una firma competente de mediano tamaño y a la que incorporamos una carpintería industrial que complementara nuestro trabajo constructivo y el departamento de interiores que fue pionero en diseño para varios bancos internacionales de Asunción. Gustafson y asociados se abrió camino paso a paso en el mercado buscando sobre todo mantener sus ideales de honestidad eficiencia y eficacia.

¿Cuando decidiste volcarte a la Sociedad Civil?

A medio siglo de vida me invadió una fuerte conciencia de que yo no necesitaba más casas o autos para vivir feliz pero si necesitaba encontrar un camino más eficaz para cumplir mi viejo sueño de aportar un grano de arena al desarrollo social del país que me había brindado las oportunidades para crecer y desarrollarme. Hacía realidad un viejo dicho de mi padre “sólo es rico el que tiene algo para dar”

Y así fue como empezaste a trabajar para la Fundación Paraguaya de Cooperación y Crédito….

Si, por tres años fui Directora Ejecutiva y pude trabajar en particular con pequeños préstamos para productores informales, así como traté de influir sobre las políticas públicas para que se apoyara a este sector.

Y luego, fundaste Sumando

Si, fue fundada por un grupo de mujeres inquietas entre el que me acompañan antiguas colaboradoras. Sumando nace con la idea de apoyar el lento proceso democrático que empezaba vivir el país y como su nombre sugiere la idea esencial es la de sumar esfuerzos del sector privado a las políticas públicas que apuntan al desarrollo equitativo y sustentable del Paraguay.


¿Que es lo que te satisface de estar ahí?

Las remuneraciones económicas no son altas en Sumando Pero la satisfacción de los pequeños grandes logros son compartidos y sentidos como propias por todo el equipo estable de la institución

Sé que han hecho mucho, pero cuéntame algo del impacto que han tenido hasta ahora…

Varios proyectos sucesivos que iniciaron su serie con el apoyo del Ministerio de Educación y cultura y el Banco Interamericano de Desarrollo continuaron con fondo de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales y la Cooperación Española con lo que permitieron a Sumando conformar y afianzar una red de 119 agentes multiplicadores a través de los proyectos. La red de agentes multiplicadores capacitó a 128.291 padres y madres en 14 departamentos del Paraguay y elaboró y ejecutó 621 proyectos comunitarios en 25 distritos de cinco departamentos





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